El día sábado María Eugenia Vidal envío un mensaje mediante su cuenta de facebook. “La provincia de Buenos Aires está fundida, y esto no es una forma de decir, esto es la realidad. La provincia, como si fuera una familia, tiene más gastos que ingresos.” Entre esos gastos se cuentan por ejemplo, los 45 millones por mes que se destinan a los sueldos de funcionarios y asesores habilitados mediante el decreto 1278 sancionado en octubre de 2016 por la gobernadora.
Un verdadero batallón de funcionarios rentados por el Gobierno bonaerense, dispuestos a brindar sus servicios en un territorio estratégico, donde Cambiemos se juega en las elecciones de este año “la madre de todas las batallas” para el destino del gobierno de Macri.Todos los ministros y la gobernadora ganan más de 100.000 pesos por mes. Esteban Bullrich, Ministro de Educación de la Nación se mete en el bolsillo la cifra de $152.908 mensuales. Mientras les piden a los docentes que hagan un esfuerzo “porque no hay plata”, la casta Cambiemos no tiene problemas para llegar a fin de mes: llevan a sus hijos a las escuelas privadas más caras, andan en autos inalcanzables para cualquier trabajador y la gobernadora gasta millones en el helicóptero que la traslada todos los días.
Mientras lanza amenazas de sanciones a los gremios y descuentos a los trabajadores que hagan paro, el ministro de economía bonaerense Hernán Lacunza dice que negociará con los docentes "resignando recursos que estaban destinados a la salud, a los hospitales".De tocar las ganancias de las multinacionales ni hablar, quieren descargar los efectos de la crisis sobre las espaldas de los trabajadores.
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