PEKÍN.- Fue uno de los
coordinadores de la gira por Asia. Por su ascendencia en la toma de
decisiones sobre los temas de discusión y, sobre todo, por el lugar que
ocupa su área, el Ministerio de Transporte, en la agenda bilateral con
China, Guillermo Dietrich es una de las voces de la delegación argentina
más escuchadas. Trenes, aviones y grandes obras de infraestructura son
las que tiene a su cargo y que el miércoles pasarán de la promesa a la
materialización.
“Si tomamos en cuenta dónde estábamos y
dónde estamos ahora, el cambio es tremendo”, dijo el ministro. A sus
espaldas, la vista desde el piso 64 del Summit Wing, el majestuoso hotel
donde están alojados el presidente Mauricio Macri y parte de la
comitiva, es imponente. Se trata de la torre más alta de la capital
china, al menos por unos meses más, y desde allí se puede observar hasta
el horizonte la inmensidad de la ciudad imperial. Ése es el lugar que
eligió Dietrich para hablar con LA NACION. El ministro destacó el
trabajo en equipo y habló de procesos. “Siento que convertirnos en un
país normal es que no tenemos tiros ganadores de que si lo metés te
convertís en campeón del mundo y si lo errás salimos descalificados del
partido”, sostuvo el funcionario.
-¿Qué es lo que se puso en marcha en este viaje?
-Por un lado está todo el tema
infraestructura en general. Hay un interés de empresas chinas de
participar en las licitaciones, como ya sucedió con el Belgrano Cargas,
donde se presentaron dos empresas chinas. Claramente las empresas chinas
tienen un gran interés de participar en la Argentina.
-Las cifras que se publicaron en la previa hablan de inversiones millonarias. ¿Se generó una expectativa desmedida?
-Hay muchas cosas en concreto. En mi
caso tengo una relación muy fluida y apuntamos a cerrar el primer
crédito con el Exim Bank de China para, entre otras cuestiones, la obra
del tren San Martín. Se trata de una obra de más de 2000 millones de
dólares para la completa reconstrucción de Mendoza a Buenos Aires, pero
con una particularidad: los materiales que se vendan en la Argentina se
comprarán en el país.
-¿Habrá novedades sobre el Belgrano Cargas?
-Estamos muy avanzados. También estamos
presentando la licitación internacional de trenes, en la que las
empresas chinas están muy interesadas. Será la compra más grande de
trenes del mundo este año. Y estamos viendo la compra de vagones chinos
que hizo el gobierno anterior que hay que terminarla, pero también
estamos negociando eso.
-En el debe del Gobierno aparecen las inversiones. ¿Está conforme con el ritmo de las inversiones en su área?
-Sí, muy conforme. Se cumplieron los
objetivos al 100 por ciento. Cada obra es una inversión. La realidad es
que ya están las inversiones. Si tomamos en cuenta dónde estábamos y
dónde estamos ahora, el cambio es tremendo.
-Sin embargo, hay inversores que
están esperando el resultado de las elecciones legislativas o que Brasil
supere la crisis para realizar inversiones en la Argentina..
-En mi área nunca me encontré con esa
situación. La venta de trenes es una financiación creo que a 15 años y
ninguno me transmitió eso. Así en todos los casos. Son contratos de
miles de millones de dólares. Aunque no es lo mismo, el BID pasó de
prestarnos 600 a 2000 millones de dólares, pero seguramente hay algún
inversor que está pensando en otra cosa. Soy muy optimista, y no sólo
por los viajes.
-¿Qué tendría que ocurrir en este viaje para que sea considerado un éxito?
-Que hayan incluido a la Argentina en el
foro One Belt One Road ya es un éxito. Esto es un proceso, y dentro del
proceso nuestro, de mejorar las relaciones con el mundo, de incrementar
las inversiones, generar mayor confianza e ir cerrando proyectos
grandes, es parte de lo que hay que hacer. Estar acá. La Argentina va a
hacer un proceso de acá para adelante, de crecimiento constante. Para mí
no hay un tiro y “ya está”.
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